¿Qué es el neurointeriorismo?

El neurointeriorismo combina conocimientos de neurociencia, psicología y diseño para crear espacios que no solo sean funcionales y estéticos, sino que también influyan positivamente en las emociones, el comportamiento y el bienestar de las personas. Cada elemento del diseño, desde la iluminación hasta la distribución del espacio, se analiza para entender cómo afecta al cerebro humano.

Beneficios

Beneficios de aplicar neuroarquitectura en tus espacios:

a man riding a skateboard down the side of a ramp
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  • Bienestar emocional: Diseños que reducen el estrés y promueven la tranquilidad, adaptando colores, texturas y formas para generar ambientes armoniosos.

  • Mejor productividad: En espacios laborales o de estudio, mejora el enfoque y la creatividad al equilibrar estímulos visuales y auditivos.

  • Mayor conexión con la naturaleza: El uso de elementos biofílicos como plantas, materiales naturales y luz natural impacta positivamente en el ánimo.

  • Confort y funcionalidad: Espacios diseñados con flujos de movimiento y ergonomía en mente, mejorando la experiencia diaria.

  • Salud física y mental: Una correcta ventilación, iluminación y acústica optimiza los ciclos de sueño y reduce molestias físicas.

El neurointeriorismo es la aplicación de principios de la neuroarquitectura al diseño interior, enfocándose en cómo los espacios influyen en las emociones, el comportamiento y el bienestar de las personas.

Sus principios clave incluyen:

Principios del neurointeriorismo

Conexión con la naturaleza (Biofilia)

El ser humano tiene una necesidad innata de vincularse con la naturaleza. Incorporar elementos como plantas, materiales naturales (madera, piedra), agua, y vistas al exterior puede mejorar la sensación de calma, reducir el estrés y fomentar la creatividad.

Luz natural y artificial adecuada

La iluminación afecta los ritmos circadianos, el estado de ánimo y la productividad.

  • La luz natural regula el sueño y mejora el bienestar general.

  • La iluminación artificial debe ajustarse al uso del espacio, con tonos cálidos para relajación y tonos fríos para tareas que requieran concentración.

Optimización del espacio

El diseño debe promover un flujo cómodo y natural en el movimiento, evitando espacios congestionados o vacíos. Esto mejora la funcionalidad y disminuye la sensación de estrés.

Uso del color

Cada color evoca emociones y sensaciones diferentes.

Por ejemplo:

  • Azul y verde: Relajación y conexión con la naturaleza.

  • Amarillo: Energía y optimismo.

  • Gris oscuro o negro: Elegancia, pero en exceso puede ser opresivo.
    El equilibrio cromático debe responder a las necesidades del espacio y de sus usuarios.

Confort acústico

El ruido excesivo genera estrés, mientras que un ambiente acústicamente equilibrado mejora la concentración y la tranquilidad. Soluciones como materiales absorbentes, muebles acolchonados y cortinas gruesas ayudan a reducir el ruido.

Ergonomía y funcionalidad

El mobiliario debe ser cómodo y adaptarse a las actividades diarias, evitando posturas incómodas o esfuerzos innecesarios. Esto mejora la salud física y la experiencia en el espacio.

Texturas y materiales

Las texturas influyen en la percepción del confort y la calidez. Materiales suaves y cálidos, como madera o telas naturales, generan ambientes acogedores, mientras que superficies frías, como el metal o el vidrio, aportan modernidad y minimalismo.

Estimulación controlada

Evitar la sobrecarga sensorial es crucial. Espacios recargados con colores intensos, patrones complejos o ruido visual pueden generar ansiedad. El diseño debe buscar el equilibrio entre elementos estimulantes y relajantes.

Individualización del espacio

Cada persona tiene necesidades únicas. Diseñar pensando en las preferencias, rutinas y estilos de vida de los habitantes permite crear entornos más personales y funcionales.

Impacto emocional

El diseño debe conectar con las emociones positivas, creando espacios que fomenten bienestar, alegría, creatividad o tranquilidad, según el propósito del lugar.